La Asociación de Consumidores de Navarra Irache solicita un rápido abaratamiento del precio de la gasolina en los surtidores navarros en correspondencia a la bajada del precio del petróleo en el mercado mundial. Asimismo, se considera que es necesario un control administrativo sobre este sector con el fin de que no se cometan abusos que perjudiquen a la economía de los usuarios.
Irache solicita una rápida bajada del precio de la gasolina en los surtidores navarros como consecuencia de la caída del precio del petróleo que está experimentando el mercado. Este abaratamiento del barril de Brent no está produciendo un descenso proporcionado en los precios que los consumidores navarros pagan en las estaciones de servicio.
Así, en el último mes el precio del barril de Brent ha pasado de costar 114 dólares a 90. Por su parte, un litro de gasolina en las gasolineras navarras a principios de agosto valía 1,190 euros y actualmente 1,155; el gasoil ha pasado de 1,225 a 1,140 euros.
Esto supone que un descenso del 21% en el precio del petróleo ha provocado sólo una reducción en el litro de gasolina del 2,9% y del de gasoil de 6,9%. Como puede comprobarse, el descenso de los precios del petróleo y las gasolineras no van de la mano y es el consumidor el que está pagando de más por llenar el depósito de su vehículo.
De hecho, el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, ha afirmado recientemente que “hay margen” para que en los próximos días los precios de los carburantes bajen alrededor de diez céntimos el litro.
En este sentido, la Comisión Nacional de Competencia está investigando si las petroleras Cepsa, Repsol y BP han incurrido en prácticas contrarias a la libre competencia para evitar bajadas de los precios del carburante ya que, como se ha indicado, el acusado descenso del precio del petróleo no se ha dejado notar con la misma intensidad en el precio ofrecido por las estaciones de servicio.
Desde la Asociación de Consumidores de Navarra Irache consideramos necesario un efectivo control del sector para evitar que se lleven a cabo prácticas que perjudiquen al bolsillo de los consumidores en un producto tan necesario como es el combustible.
Asimismo, Irache considera que la existencia tan sólo de tres marcas que ofrezcan combustible es perjudicial para que una mayor competencia posibilite la fijación de unos precios más justos y asequibles para los usuarios. Por último, insistimos nuevamente en la necesidad de que el precio del combustible se adecúe al mercado y a la situación económica de los ciudadanos.
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