El 34% de los navarros, si hoy tuviera que comprar un coche, no sabría si elegir uno que funcione con gasolina, con diésel, con electricidad o de forma híbrida. Así lo muestra una encuesta encargada a Cíes por la Asociación de Consumidores de Navarra Irache.
De entre los que sí eligen, el coche híbrido es el preferido, lo escoge el 23% de los encuestados. El de gasolina es el que compraría el 19%, superando al diésel, por el que optan el 17% de los consumidores. Solo el 8% de los encuestados optaría por comprar un coche eléctrico puro.
Las personas de edades comprendidas entre los 30 y 45 años se inclinarían en mayor proporción que el resto por los coches de gasolina. Además, este tramo de edad es el que tiene más claro el tipo de coche que elegiría (no se decide un 25%). Por su parte, los de 46 a 65 años elegirían el coche eléctrico puro en menor proporción que los demás tramos de edad (4%).
En los municipios de menos de 5.000 habitantes es donde se decantan en mayor medida por el diésel (23%); en la Comarca de Pamplona, el porcentaje que elegiría esta opción es menor (15%).
Más opciones
La irrupción de la sostenibilidad en el mercado automovilístico, las restricciones normativas en este sentido y la potenciación de otros modelos menos contaminantes -como el eléctrico o el híbrido- han aumentado las opciones de los consumidores, pero, como muestra la encuesta, también ha hecho crecer las dudas sobre qué modelo escoger, seguramente por no conocer con detalle los condicionantes de cada uno de ellos.
En este sentido, es necesario que se ofrezca una información transparente sobre las características de cada modelo de funcionamiento, sus ventajas mecánicas, pero también sus inconvenientes, las posibles afecciones normativas, las ayudas y las previsiones sobre evolución de precios e infraestructuras que puedan afectar al uso de cada modalidad. De esta manera, el consumidor contará con una información básica y necesaria antes de optar por una u otra modalidad de vehículo.
Híbridos
La venta de los vehículos híbridos se ha incrementado en los últimos años y hoy en día es posible encontrar en muchos modelos, incluidos en los más populares, versiones híbridas. Se encuentran a medio camino entre las mecánicas tradicionales (diesel, gasolina) y los vehículos eléctricos.
Los híbridos son vehículos que emplean un motor de combustión para desplazarse, pero que cuentan con un sistema eléctrico (o incluso de gas), que ayuda al motor en determinadas circunstancias, rebajando su consumo y emisiones. Algunos almacenan la energía de frenada y la usan para ayudar al motor en momentos puntuales y otros, por ejemplo, son enchufables y permiten circular 50 kilómetros con el motor eléctrico.
En general, las ventajas de los híbridos se traducen en menores consumos, menos emisiones, y menos limitaciones en la circulación. El inconveniente puede ser su precio, algo superior, y, en las versiones enchufables, la necesidad de contar con un punto de recarga.
Las matriculaciones de los híbridos enchufables en Navarra en los primeros siete meses del año han pasado de representar el 4,2% al 9,7% de las ventas, dato al que habría que sumar los microhíbridos.
Diésel
Estos vehículos tienen una imagen asociada a los bajos consumos y a la durabilidad de sus motores, pero su futuro es muy incierto, porque los anuncios de restricciones a la movilidad de estos vehículos se suceden. Sin embargo, son una opción atractiva para aquellos conductores que circulan fundamentalmente fuera de las ciudades y que realizan más de 20.000 kilómetros al año. Aunque su precio es algo más elevado en comparación con los motores de gasolina, la diferencia puede compensarse con el ahorro en combustible, si se realizan muchos kilómetros al año en carretera.
Pese a que los consumidores navarros aún confían en el diésel, este modelo se ha visto damnificado por la sostenibilidad y sus ventas en España han bajado en lo que va de año del 11,95 al 9,6% del mercado. Las zonas de bajas emisiones de las ciudades han podido perjudicar a este modelo que, según la legislación actual, dejará de venderse en la Unión Europea en 2035.
Gasolina
Los coches de gasolina siguen siendo los más vendidos, si bien su cuota va reduciéndose con la irrupción de los nuevos modelos: en Navarra ha pasado de suponer el 34,3% de las ventas en los primeros siete meses y medio del año pasado al 20,8% del mismo periodo de este año, según datos de Anfac. Los vehículos de gasolina tienen como gran ventaja su precio más barato y, entre sus inconvenientes, el precio del combustible y las posibles limitaciones a la circulación que, al igual que el diésel, puedan tener en algunas zonas urbanas. Estos coches también, según la normativa europea actual, dejarían de venderse en la UE a partir de 2035.
Eléctrico
Los coches eléctricos puros son silenciosos, no generan emisiones y sus costes de funcionamiento son bajos. En su contra se encuentra que es necesario un punto de recarga y que su autonomía es limitada (si bien algunos vehículos pueden alcanzar los 300 o 400 kilómetros). Son una buena opción para trayectos urbanos. En su contra se encuentra su precio, aunque existen ayudas económicas para mitigar el importante desembolso que hay que realizar. En la primera mitad del año, la venta de eléctricos puros ha subido y supone el 17% del mercado.
Informarse sobre posibles ayudas
Es muy importante que el consumidor se informe sobre posibles ayudas para adquirir algún tipo de vehículo y que se asegure que sigue habiendo fondos para aplicarlas. Las últimas noticias indican que las ayudas del Plan Moves III en Navarra para comprar un vehículo eléctrico o híbrido enchufable se han agotado. Sí sigue vigente la deducción fiscal de hasta el 35%.
En cualquier caso, lo más importante es que el consumidor, antes de optar por un modelo u otro, se informe detalladamente de sus características, ventajas e inconvenientes, así como previsiones normativas o de infraestructuras, para poder disponer de todos los datos y poder elegir con criterio.
Lugar y modo de producción
Además de las características del vehículo, a la hora de elegir vehículo también puede ser interesante informarse sobre el lugar y modo de producción, una cuestión con implicaciones en el desarrollo económico y social y de la que el consumidor puede hacerse partícipe en función de su elección de compra.
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