
La Asociación de Consumidores de Navarra Irache aconseja a los afectados por estafas bancarias de phishing reclamar al banco la devolución del dinero. El Tribunal Supremo ha reconocido el derecho del cliente a recuperar el dinero, siempre que no haya tenido una actuación negligente.
En los últimos años ha aumentado notablemente el número de personas que ha llegado a Irache porque han sido víctimas de una estafa bancaria y han perdido miles de euros. Si el banco no se hace cargo de la estafa, varios de estos consumidores han querido reclamarlo por vía judicial y los juzgados, en muchos casos, les han dado la razón y han llegado a recuperar, en algunos casos, miles de euros.
Ahora es el Tribunal Supremo el que avala esta línea y reconoce el derecho del consumidor a recuperar el dinero perdido por la estafa, salvo que el banco pueda demostrar que el cliente tuvo una actuación negligente.
Mediante estos engaños, los delincuentes consiguen los datos bancarios de la víctima, como el número de cuenta o las claves de acceso. Generalmente se hacen pasar por el banco mediante mensajes, correos electrónicos y convencen, con diferentes tretas, que el consumidor facilite sus claves, tras lo que desfalcan sus cuentas o hacen compras con su tarjeta de crédito. En muchos casos, el consumidor ni siquiera sabe cómo han conseguido sus claves.
Le quitan 4.000 euros de su cuenta
Entre los casos que ha llevado Irache, está el de una persona que recibió un mensaje de su banco en el que le informaban de un movimiento extraño en su cuenta. Pudo comprobar que alguien había extraído de sus cuentas más de 4.000 euros y al día siguiente puso la correspondiente denuncia. Como la entidad no accedió a devolverle el dinero, le demandó.
El juez entendió que la cliente “actuó en todo momento de manera diligente”, pues en cuanto tuvo conocimiento de que algo extraño estaba sucediendo en sus cuentas y que habían desaparecido 4.400 euros, llamó a atención al cliente de la entidad bancaria y señaló en todo momento que ella no autorizaba la operación. Por ello, ordenó al banco a devolver los 4.400 euros a la cliente estafada.
25 compras con su tarjeta
Otro consumidor, una semana después de haber realizado una compra online por 133 euros, se percató de que habían realizado con tu tarjeta de crédito 25 operaciones no autorizadas por un importe total de 3.824 euros. El banco dijo que las operaciones habían sido “correctamente verificadas”, realizadas a través de su teléfono móvil y no accedió a devolver nada a la cliente.
Señaló la juez que no era posible que las operaciones hubiesen sido realizadas por la actora, teniendo en cuenta que esta tiene su domicilio en Pamplona y las compras fueron realizadas en Cataluña. Tanto por la ubicación como como por la forma en que se realizan los pagos se entendió demostrado que fueron realizados por un tercero y sin el consentimiento de la demandante. Concluye la sentencia que no se puede asumir que el banco permita el mismo día realizar 25 operaciones fraudulentas por más de 3.800 euros.
Bloquean dos cargos, pero permiten uno de mil euros
Cuando estaba de vacaciones, una persona recibió en su teléfono móvil tres notificaciones desde su aplicación bancaria, en las que se informaba de varios cargos en concepto de compra, por valor de 1.090 euros, 1.293,49 euros y 2.406,69 euros, entre otros. Ese día no había utilizado la tarjeta de crédito y tampoco recibió ningún mensaje para confirmar las compras. Llamó a la entidad para bloquear la tarjeta y le indicaron que solo se había efectuado con éxito el primero de ellos, que fue por la que puso la correspondiente denuncia. y puso una reclamación a la entidad, que denegó la devolución.
Entiende la juez que no hubo actuación negligente de la cliente, que mantuvo en todo momento que tuvo posesión de la tarjeta y solo tuvo conocimiento de los cargos cuando recibió las notificaciones. Destaca la sentencia que de los tres cargos notificados, dos no pudieron ejecutarse con éxito, por lo que “todo apunta” a que en el cargo que sí se efectuó “hubo un error en el sistema de seguridad de la entidad”. Por todo ello, condena al banco a devolver 1.090 euros a la cliente que le demandó.
El Supremo reconoce el derecho del consumidor a recuperar su dinero
Ahora el Tribunal Supremo ha avalado la línea de estas sentencias y ha dado la razón a un hombre que perdió más de 83.000 euros por una de estas estafas, al entender que que el banco solo queda exonerado de responder de este dinero si se demuestra que ha sido el cliente el que ha provocado el robo con una actuación negligente, como, por ejemplo, guardar las contraseñas junto a la tarjeta de crédito, de forma “fácilmente detectable para terceros”.
En el caso juzgado, entiende el Alto Tribunal que el usuario “hizo lo correcto”, pues se puso en contacto con su banco, que “debía hacer reaccionado proporcionando un nuevo número de usuario, clave de acceso y firma electrónica -datos que ya obraban en poder de terceros-”.
El Supremo indica que es el banco quien debe demostrar que el cliente ha actuado con negligencia. En caso de no poder aportar pruebas, deberá ingresar al estafado el dinero sustraído, ya que el conocimiento de las claves por un tercero, aunque no sea imputable a la entidad bancaria “tampoco la libera de obligación de responder ni traslada al usuario la obligación de soportar las pérdidas”.
Además, para dar garantías al usuario, el banco debería contar con sistemas de seguridad capaces de detectar anomalías en los movimientos de sus usuarios, así como de bloquear o verificar operaciones de alto riesgo.
Por otra parte, el Supremo recuerda que el usuario debe notificar a su banco cualquier movimiento sospechoso de estafa en cuanto lo conozca.
Irache recomienda comunicar al banco de inmediato cualquier movimiento sospechoso y reclamar la devolución del dinero
Esta sentencia supone un mayor amparo a los consumidores que son víctimas de estafas bancarias y que en muchos casos suponen pérdidas de miles de euros. Desde Irache, se recomienda a cualquier víctima que, en primer lugar, comunique la situación a la entidad tan pronto como la conozca y que, posteriormente, ponga denuncia y reclame la devolución del dinero que le han robado.