EL 22% DE LOS NAVARROS NECESITA UNA VIVIENDA

121.000 navarros van a necesitar vivienda en los próximos años. Así se desprende de una encuesta encargada a Cíes por la Asociación de Consumidores de Navarra Irache, que indica que el 22% de encuestados -sobre un universo de 551.684 residentes en la Comunidad Foral mayores de 18 años- necesita o tiene pensado comprar o alquilar una casa a corto o medio plazo.

Este porcentaje de población demandante de vivienda es mucho más alto, como es lógico entre los menores de 30 años, un 72%; y alcanza el 26% en los que están entre 30 y 45 años. Por zonas de residencia, la demanda de vivienda es algo menor en las localidades de menos de 5.000 habitantes -16%-.

La mayor parte piensa en comprar

Entre las personas que necesitan una vivienda, una mayoría -58%- tiene pensado comprar su primera vivienda, un 23% quiere comprar un piso como inversión, un 10% quiere comprar una segunda vivienda y un 9% alquilar, una opción que ha bajado 17 puntos respecto al año anterior.

Navarra, segunda donde más sube el precio

Navarra, con una tasa del 4,7 %, es la segunda comunidad autónoma donde más se ha encarecido el precio de la vivienda en el último año, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En vivienda nueva, el precio ha subido un 8,4% y en segunda mano, 3%.

La compraventa de viviendas en la Comunidad foral se había reducido a finales del año pasado un 18,1% en Navarra, comunidad que registró un mayor descenso en la concesión de préstamos hipotecarios (-39,5%).

Déficit de viviendas en el área de Pamplona

Un estudio de Uve Valoraciones indicaba hace solo unos meses que en el área funcional de Pamplona harían falta 8.581 viviendas para cubrir la demanda, un déficit mayor que el que muestra la Comunidad en su totalidad, donde el dato es más equilibrado. Además, el área de Pamplona era la que mayor tasa de ocupación de viviendas tenía en España según el citado estudio, con un 96,1%.

Colaboración público-privada para hacer viviendas

Ante esta situación de la vivienda, es necesaria la colaboración entre la administración pública y el sector privado para conseguir que haya oferta suficiente de vivienda y a unos precios asequibles.

En primer lugar, se debe garantizar que la oferta de inmuebles cubre la necesidad que tienen los ciudadanos de acceder a una nueva vivienda. En segundo lugar, se debe trabajar para que el precio a pagar sea asequible para las personas que necesitan un piso. Se debe prestar especial atención a los jóvenes, adecuando las rentas a sus posibilidades económicas actuales, y a las familias o personas más vulnerables, para permitir que tengan donde vivir mientras se trabaja por solucionar su frágil situación. En este sentido, también se debe trabajar con las entidades financieras para poder ofrecer a la ciudadanía condiciones más adecuadas, tras la subida del Euribor en los dos últimos años.

Alquiler asequible como fórmula de un primer acceso

En esta línea, Irache lleva tiempo apostando por un alquiler asequible, como fórmula de acceso a la vivienda. En opinión de esta Asociación debe ser un alquiler adecuado a las rentas para favorecer que puedan acceder a él también las personas con una situación económica menos desahogada, especialmente de jóvenes y de familias con ingresos más limitados. Si es necesario, se debe prestar a ayudas para el pago de la renta, pero siempre asegurándose de que se corresponden a la situación económica de los solicitantes y evitando posibles fraudes.

Hay que tener en cuenta que solo quince de cada cien jóvenes navarros de entre 16 y 29 años han podido emanciparse. Además, la renta que tienen que pagar por la habitación en un piso compartido les puede suponer cerca del 40% del salario que ganan.

Profundizar en el alquiler con opción a compra

Junto a ello, puede ser conveniente profundizar en la fórmula de alquiler con opción a compra. Esta fórmula permitiría a los jóvenes poder independizarse, pagar por el alquiler unas rentas asequibles a su situación y, además, saber que estas rentas no caen en saco roto, sino que podrían en un futuro ayudar a adquirir el inmueble en propiedad. Quizá se podría estudiar que esta acumulación de rentas se pudiese aplicar a un banco público de viviendas, no solo a la que ocupan como inquilinos. De esta forma, la concepción del alquiler podría evolucionar desde una pérdida de dinero hacia el de una solución inmediata que también es una inversión a largo plazo.