IRACHE ALERTA ANTE LOS ROBOS DE MÓVILES

La generalización del uso de la telefonía móvil ha convertido a los teléfonos móviles en objetos codiciados por los ladrones, que suelen aprovechar un descuido o las grandes glomeraciones para sustraerlos.

Las consecuencias del robo de un teléfono móvil desgraciadamente no terminan sólo en el robo del terminal. Muchas veces, si el teléfono es de contrato, el ladrón lo utilizará para efectuar llamadas telefónicas, que la compañía telefónica posteriormente reclamará a la víctima del robo. Así ha sucedido en varios casos recibidos en «IRACHE», en los que los ladrones utilizaron los teléfonos móviles para efectuar llamadas de larga duración, o incluso a otros países, que luego la operadora ha reclamado al consumidor víctima del robo. En estos casos, tras la intervención de «IRACHE», la compañía telefónica rectificó las facturas anulando el cobro de las llamadas efectuadas fraudulentamente.

Para evitar en la medida de lo posible estos problemas, es fundamental que en caso de robo o hurto del terminal móvil, el cliente contacte lo antes posible con su compañía telefónica, comunicando lo sucedido y facilitando el número de abonado, y el número de IMEI. De esta manera evitará que se utilice fraudulentamente su teléfono móvil y su tarjeta SIM. El IMEI es número de identificación del teléfono a nivel mundial, y aparece en la caja del teléfono, en el compartimento de la batería o en la factura de compra del teléfono. Además, es muy conveniente que denuncia los hechos a la Policía, facilitándoles también el número de abonado y el IMEI. El bloqueo será efectivo en un plazo máximo de 72 horas, después de que la operadora intercambie datos con el resto de compañías, para que el terminal sustraído quede inutilizado en todas las redes móviles.

Los consumidores pueden contribuir a reducir los robos de móviles adoptando unas sencillas pautas de comportamiento. Por ejemplo, en lugares concurridos como centros comerciales, o transportes públicos, es muy conveniente ser discreto al utilizar el móvil, y no dejarlo a la vista. Tampoco es recomendable dejarlo a la vista en el salpicadero o en los asientos del coche. Es aconsejable que esté activada siempre la petición del código PIN para encender el teléfono, y si es posible, utilizar el teléfono en modo vibrador o con el volumen de timbre reducido.