IRACHE CREE NECESARIO INVERTIR EN REDUCIR LAS LISTAS DE ESPERA Y EN EL ACCESO A VIVIENDA

La Asociación de Consumidores de Navarra Irache considera necesario invertir para reducir las listas de espera y facilitar el acceso a la vivienda, especialmente a los jóvenes. Estas son algunas de las propuestas que ha trasladado al Consejo Económico y Social. Junto a ellas, también ha subrayado la importancia de un cambio en el sistema energético, un producto local sostenible y de calidad o una educación que atienda las diversas capacidades del alumnado.

Salud: reducir las listas de espera

Irache, consciente del esfuerzo económico que se realiza en sanidad, considera necesario un mayor empuje destinado a reducir las listas de espera. Una encuesta de Cíes señala estas listas como el principal problema de la sanidad para la ciudadanía navarra -45%-, un problema que se está cronificando en el tiempo y que incide en la calidad y en la valoración del servicio de salud.

Junto a ello, hay que trabajar en mejorar la información que se hace llegar al paciente: usar las nuevas tecnologías para una comunicación más fluida y hacer la información más comprensible para el paciente, teniendo en cuenta sus circunstancias. Por otro lado, hay que incorporar los avances técnicos a diagnósticos y tratamientos.

Todo ello debe llevar a una cultura de autocuidado de la ciudadanía, que, junto a la prevención, puede colaborar en descongestionar notablemente la necesidad de cualquier intervención de profesionales y del propio sistema y mejorar así mismo el bienestar de los ciudadanos.

Vivienda: pisos accesibles e impulsar la rehabilitación

Según los datos de Cíes, el 22% de los navarros van a necesitar una vivienda en los próximos años. En este sentido, la Administración debe calibrar las posibilidades económicas reales de los demandantes, para ajustar la oferta a su capacidad económica, especialmente para los jóvenes, principales demandantes de vivienda, pero también para las familias en situación económica complicada.

Hay que seguir potenciando el alquiler también con opción a compra, con una renta proporcionada a los ingresos de jóvenes o personas en dificultad y trabajar con entidades financieras para ofrecer condiciones adecuadas y razonables para que los interesados puedan afrontar la adquisición de una casa en propiedad.

Por otro lado, se debe seguir haciendo un esfuerzo por ayudar a proyectos de rehabilitación que se adecúen a las necesidades de las personas y revaloricen las viviendas que ya existen tomando como ejes la sostenibilidad, versatilidad y confortabilidad. También se debe favorecer el uso de las viviendas vacías.

Potenciar nuevas tecnologías y un cambio en el sistema energético

Navarra sufre una dependencia energética del exterior demasiado acentuada. Esto nos hace más vulnerables a acontecimientos internacionales que exceden a nuestras posibilidades de intervención, como se puede comprobar en el actual contexto. Por ello, hay que trazar un plan que incorpore y cuente con el consenso de todos los agentes (consumidores, empresas y administración) para favorecer la producción propia de energías limpias. Por otro lado, deberá dar recursos y protagonismo a los ayuntamientos para fomentar un cambio de hábitos hacia el autoconsumo energético. Se deben crear redes eficientes que gestionen las ayudas y el asesoramiento para impulsar las infraestructuras y propiciar un cambio en el rol del consumidor en el campo de la energía.

Las nuevas tecnologías deben irse incorporando a los diversos ámbitos de la sociedad (educación, sanidad, servicios, administración, industria…) para permitir una mayor agilidad y eficiencia en satisfacer las demandas de la ciudadanía.

Agricultura y ganadería: producto local, sostenible y de calidad

El futuro de nuestro sector primario pasa por trabajar en un producto local, sostenible y de calidad. Para ello, es necesaria la modernización del sector para conseguir una mayor eficiencia y, sobre todo, una mayor calidad, tanto en el producto como en la sostenibilidad.

El sector alimentario es marca Navarra, y como tal, debe aportar un valor añadido y comunicarlo al consumidor. Este debe ser consciente de la procedencia del producto, del proceso por el que ha pasado y, por qué no, de los costes que supone. Entendemos que los productores tienen derecho a conseguir unos beneficios razonables y, por ello, buscar una transparencia en el aspecto económico puede ser la mejor forma de llegar al consumidor y de animarle a optar por el producto de cercanía.  En este sentido, también se apuesta para potenciar los circuitos cortos como una opción más para el consumidor y otra vía de ingresos para los pequeños productores.

Educación: cuidar las diferentes capacidades y la educación rural

El sistema educativo debe poder dar respuesta y favorecer el desarrollo de las diferentes capacidades del alumnado y cuidar, especialmente, a aquellos alumnos que pueden tener mayores dificultades para seguir el ritmo general.

Junto a ello, se debe apoyar particularmente los centros instalados en el medio rural, en pequeños núcleos de población y también a los profesionales que trabajan en este ámbito. Se les debe hacer llegar los recursos a los que acceden con más facilitar centros de mayor tamaño en localidades más pobladas. Es un instrumento fundamental para cuidar el equilibrio en el territorio.

En toda la formación se debe combinar un adecuado aprendizaje sobre contenidos y capacidades, con un desarrollo de las personas en valores que permitan un mayor crecimiento humano individual y colectivo.

Consumo: colaboración de la Administración con las iniciativas ciudadanas

El consumidor debe ser el centro del sistema económico en el que vivimos. Por ello, es fundamental que la Administración fomente y apoye las organizaciones civiles a través de la que los consumidores conocen y defienden sus derechos.

Hay que profundizar en un trabajo conjunto de los organismos públicos con las organizaciones ciudadanas. Es fundamental que los consumidores vayan ganando en autonomía y desempeño en los diferentes campos que les afectan (telefonía, gas y luz, banca, internet, seguros, comercios…) e ir actualizando esta formación para que vayan conociendo las nuevas normativas o posibilidades que se le brindan (ayudas rehabilitación, autoconsumo energético, cláusulas abusivas, cómo contratar…). Sin duda, un consumidor más crítico y formado será un motor fundamental para una sociedad más dinámica.

A la vez es necesario apoyar y fomentar a las asociaciones de consumidores al menos cubriendo los gastos que supone la colaboración con la propia Administración.