IRACHE RECIBE DE FORMA SEMANAL DECENAS DE RECLAMACIONES POR FACTURAS TELEFONICAS ENCARECIDAS

By 27 julio, 2018 NOTICIAS, NOTICIAS DESTACADAS.

La Asociación de Consumidores de Navarra Irache está recibiendo cada semana decenas de casos por facturas telefónicas encarecidas por gastos que el consumidor no sabe de dónde vienen. Muchos de estos importes son de pagos a terceros, servicios que ofrecen empresas ajenas a las operadoras telefónicas pero que se cobran en el propio recibo del teléfono. En los últimos meses son cientos los navarros afectados por facturas abultadas derivadas de estos servicios.
Aplicaciones, servicios de música, de cine, de información

En muchos casos los afectados son adolescentes que han activado los servicios a través de sus propios teléfonos o los de sus padres.
En ocasiones, son servicios que se ofrecen a través de internet sobre música, cine o también aplicaciones a través del móvil. El problema es que con un simple toque en el anuncio, o incluso al querer cerrarlo, se puede activar el servicio, cuyo coste la empresa irá cargando en la factura telefónica del consumidor.
Estos cargos, pueden ser de veinte, treinta o cuarenta euros, pero también ha habido personas que tienen que enfrentarse a facturas que han superado los mil euros por estos servicios.

El 60% de los padres no controlan el uso del móvil de sus hijos

El 60% de los padres admiten que no toman ninguna medida para que sus hijos no puedan acceder a través del móvil a servicios de pago, según señala una encuesta encargada por Irache. Por tramos de edad, son las personas de entre 30 y 45 años los que en mayor medida sí que toman medidas de este tipo -53%-.

Suele bastar con un ‘clic’

Más allá del uso que los menores pueden hacer del móvil, el principal problema es que se admita una contratación con tan pocas garantías para el cliente, que sea suficiente con un supuesto “clic” para darla por buena. Si es que se dio. En otras ocasiones los consumidores aseguran tajantemente que no contrataron el servicio en ningún caso.
Sin duda, y aunque el usuario del móvil o de internet haya apretado el botón para activar el servicio, en la mayor parte de estos casos la información previa que se ofrece al consumidor es claramente insuficiente.
Como se ha indicado anteriormente, estos pagos se deben a servicios ofrecidos por otras empresas. En ocasiones, cada cobro supone una renovación automática del servicio. Otras veces, el cobro es periódico hasta que el usuario se dé de baja.

Servicios de tarificación adicional

En otros casos, actualmente con menos incidencia, las tarifas suben por servicios de tarificación adicional o de mensajería Premium. En estos casos el consumidor paga por cada llamada que realiza o mensaje que recibe en su teléfono un precio adicional al servicio telefónico.
Además de reclamar estos cobros si no han sido contratados, es recomendable que el consumidor solicite la restricción de los servicios de pagos a terceros y de los de tarificación adicional.

Irache aconseja revisar periódicamente los recibos telefónicos

Desde Irache entendemos que es necesaria una mayor regulación, especialmente de los servicios de pagos a terceros. Antes de la contratación se debe ofrecer una información clara al consumidor para que éste entienda que está activando un servicio, en qué consiste éste y qué costes le va a suponer periódicamente.
En cualquier caso, es muy recomendable que el consumidor revise periódicamente sus facturas telefónicas. En cuanto detecte algún gasto que no corresponde o que le llame la atención, conviene asesorarse para reclamar a la operadora una explicación. Muchos consumidores no se dan cuenta de los cobros por pagos a terceros hasta muchos meses después, lo que aumenta notablemente el importe pagado.
Junto a ello, es importante, antes de contratar un servicio, pedir todas las condiciones por escrito, estudiarlas detenidamente y conservarlas por si se puede dar algún problema posteriormente.
En cuanto al uso del móvil por parte de los menores, puede ser conveniente para los padres asesorarse, ya que actualmente existen aplicaciones y dispositivos que permiten limitar el uso que se puede hacer del terminal por parte