IRACHE SE MUESTRA CONTRARIA A QUE LOS EDIFICIOS DE MAS DE 50 AÑOS TENGAN QUE SER INSPECCIONADOS

La Asociación de Consumidores de Navarra Irache se muestra contraria a que todos los edificios de más de cincuenta años tengan que pasar por una inspección obligatoria, tal y como propone el borrador del Decreto Foral para regular el Informe de Evaluación de Edificios. Según esta normativa, serían los propios vecinos que vivan en el edificio los que tendrían que pagar esta inspección, que no les reportaría ningún beneficio, más allá de acreditar el cumplimiento de una norma administrativa.

Los consumidores que habitan en los edificios que potencialmente serían objeto de revisión -los de más de medio siglo de antigüedad- son, generalmente, los de una economía más humilde, con menor nivel de ingresos. Por tanto, se trataría de un gasto más a añadir a las familias con más dificultades en un tiempo de crisis económica como el actual.

El Decreto Foral amplía de forma indiscriminada la norma estatal, pensada para un ámbito urbano, a todos los municipios

Además, si bien la norma estatal limita la aplicación de esta inspección a poblaciones urbanas de más de 25.000 habitantes, por lo que en Navarra quedaría reducido a Pamplona y Tudela, el Decreto Foral amplía su ámbito de aplicación a todos los edificios que cuenten con más de una vivienda, independientemente del tamaño del municipio o de que el edificio contenga simultáneamente otros usos.

Irache, en las sugerencias que ha aportado a la propuesta del Gobierno, considera esta ampliación contraproducente puesto que supone extender de forma indiscriminada una norma pensada fundamentalmente para un ámbito urbano a la diversidad existente en Navarra, donde existe un gran número de núcleos de una población inferior a 25.000 habitantes. No tiene sentido aplicar de igual manera esta normativa a un bloque de quince pisos de un barrio de Pamplona que a un caserío de dos viviendas del Baztán, por ejemplo.

Irache propone dotar a estas revisiones de otra utilidad más allá de la mera exigencia burocrática

Asimismo, sería recomendable que, si finalmente se hace obligatoria la revisión, se le reconociesen a ésta otros efectos en el ámbito civil, como por ejemplo acreditar el buen estado del edificio en la formalización de seguros, y que no se limitase su utilidad a una nueva exigencia burocrática.